jueves, 8 de enero de 2009

LA NIÑA QUE SILENCIÓ EL MUNDO

Ya, ya lo sé. Esto es un blog principalmente de psicoterapia gestalt y este artículo no tiene nada que ver con esto. ¿O si?. El video que aquí exponemos, recoge el testimonio de una niña canadiense que habló ante las Naciones Unidas en 1992. Un mensaje en representación de una entidad infanto-juvenil (E.C.O.) que lucha por temas medioambientales y sociales. Un mensaje de una lucidez soberbia, con unas palabras que, pese al tiempo, todavía tienen hoy vigencia. Un mensaje que pone "los pelos de punta" por su profundidad y clarividencia, y que hizo sonrojarse a las mentes bienpensantes y de poder de la época.

Dentro de la perspectiva de campo por la que últimamente trabaja la terapia gestalt, se habla de la indisociabilidad del ser humano y su contexto físico-temporal. Dentro de la filosofía de la terapia gestalt, aparecen conceptos más o menos explícitos, como responsabilidad compartida, compromiso con el presente, ser facilitadores de soluciones creativas en el campo, y otros conceptos por el estilo. Conceptos que aplicamos básicamente al contexto terapeútico. Pero ¿no es posible aplicar estas actitudes a campos que van más allá?. ¿Podemos progresar significativamente en nuestro crecimiento personal y junto a las personas que queremos y a nuestros pacientes, de espaldas a lo que ocurre en el mundo que nos rodea?. ¿Precisan nuestros entornos laborales, vecinales, de iguales, locales, medioambientales, políticos... de respuestas diferentes y creativas para sus muchos problemas?. ¿Elegimos el compromiso hasta donde llegan nuestras energías y medios, o dimitimos de trabajar en ellos para caer en un victimismo improductivo?.

Recomiendo para esta reflexión el libro de Pascal Bruckner, La tentación de la inocencia. El autor dice en su prórrogo "Llamo inocencia a esa enfermedad del individualismo que consiste en tratar de escapar de las consecuencias de los propios actos, a ese intento de gozar de los beneficios de la libertad sin sufrir ninguno de sus inconvenientes. Se expande en dos direcciones, el infantilismo y la victimización, dos maneras de huir de la dificultad de ser, dos estrategias de la irresponsabilidad bienaventurada. En la primera, hay que comprender la inocencia como parodia de la despreocupación y de la ignorancia de los años de juventud; culmina en la figura del inmaduro perpetuo. En la segunda, es sinónimo de angelismo, significa la falta de culpabilidad, la incapacidad de cometer el mal y se encarna en la figura del mártir autoproclamado.".

Os dejo con el video, que no tiene desperdicio.

Abrazos. Jesús

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